VOXLOCALIS #64

ACTUALIDAD

Hace apenas pocos años atrás las herramientas de planificación y metodología de trabajo entre el sector público y privado eran ajenas, dos mundos totalmente distintos. Ventajosamente con el pasar del tiempo y específicamente en la última década, esta brecha ha ido disminuyendo cada vez más.

Pues si bien la normativa en legislaciones de América Latina marca un claro distanciamiento entre ambos sectores, eso no limita que determinadas herramientas y conceptos privados hayan podido adaptarse a lo público aportando de manera positiva a la gestión pública. 

Es así que varios niveles de gobierno en América Latina, han considerado implementar nuevos mecanismos y metodologías de gestión como ocurre con  el “Gobierno por Resultados”, los cuales permiten acentuar la eficiencia y eficacia en la planificación y aplicación, de estrategias y políticas públicas.

El Gobierno Por Resultados o “GPR” no es sino una estrategia integral que incorpora dentro del ciclo de gestión a la planificación, gestión de proyectos, monitoreo y evaluación, aplicable a la estructura global de una institución o en su defecto segmentarlo por áreas específicas, financiera, planificación, obras públicas, etc. Actualmente, para los administradores o gestores públicos se ha convertido en un verdadero desafío la inclusión de herramientas de gestión que faciliten de manera continua y a tiempo real, obtener resultados o avances de planes, programas y proyectos que se llevan a cabo en la entidad gubernamental.

Los objetivos que se enlazan con el GPR son principalmente la profesionalización de la administración pública, la desburocratización en los procesos públicos, transparencia y la medición objetiva de la productividad de funcionarios públicos con relación a sus actividades en los planes estratégicos del gobierno central o local, mismos que deben estar alineados con el Plan Nacional de Desarrollo tal como lo exigen varias legislaciones. De igual manera, otro de los aspectos esenciales del GPR es precisamente, la medición de efectos e impactos reales de los proyectos ejecutados en el marco de la planificación estratégica, es decir el sistema si bien se adapta a los planes de mediano y largo plazo de la institución, limita que su reestructuración sea drástica y se desalinee de los principales objetivos establecidos en los Planes de Desarrollo de cada localidad o país.

Pero que podría asegurar que con la aplicabilidad de un sistema GPR no ocurra lo que en muchos casos ha ocurrido en la función púbica, luego de invertir sustanciosas sumas de dinero en programas o software que quedaron en desuso? Varios pueden ser los argumentos, pero entre los que conllevan mayor fuerza se ubican la versatilidad del sistema, que permite una cercanía entre autoridades de mayor jerarquía y personal subordinado a cargo de las etapas de ejecución, a fin de dar seguimiento y evaluar al instante, considerando además que es una herramienta efectiva para rendición de cuentas. Es decir, en el sistema que debe registrar constantemente datos de avance y cumplimiento, que a su vez son medidos con alertas frente a retrasos, se establecen indicadores de gestión en cada objetivo global o de cada programa o proyecto; indicadores que se incorporan a planes de incentivos para funcionarios cuando conforme a lo programado cumplen con las metas preestablecidas.

Un claro ejemplo de la aplicación de GPR es Ecuador, país que mediante Decreto Ejecutivo expedido en el año 2010 por su Presidente de la República dispuso de manera obligatoria la implementación del sistema GPR en todas las instituciones de la administración pública central, institucional y dependientes de la Función Ejecutiva, constituyéndose en una responsabilidad de cada máxima autoridad de las distintas dependencias el alinear sus planes estratégicos con los del Plan Nacional de Buen Vivir. Con lo expuesto, queda claro que independiente de la herramienta que se aplique, para la las entidades públicas se ha convertido en una imperiosa necesidad la modernización de sistemas de planificación, ejecución, control, y evaluación de programas y proyectos, con la clara consigna de cumplir con las metas que exige el desarrollo de las localidades.

icon
Agustín Sánchez Lalama  (   Ecuador )

Asesor Público, abogado con amplia experiencia en Contratación Pública y Gestión Administrativa Gubernamental.