TERTULIA


Tú, verdad solitaria,
transparente pasión
inmenso abrazo de mar;
la oscuridad, la estepa.


Oigo tus oscuras imprecaciones cotidianas
Antes me dabas fuerza, ahora debilidad,
como el ave cansada
caída a los brazos de las piedras
perdí el aliento y el nombre del mar.


Por menudos amores, ni ciertos ni fingidos
que presencie entre tu muchedumbre
volví a buscar mi soledad, refugio
de fuerza conquistada. 


Por ti, mi soledad, volví a encontrar un día
Porque en ti, mi soledad, es lo que amo ahora
como rendido y dócil adiós
Adiós sin más.

Susana Ines Nicolini,

Escritora y profesora, Buenos Aires (Argentina)