VOXLOCALIS #74

ACTUALIDAD

Los retos económicos a los que se enfrentan las ciudades y el campo deben ser parejos al desarrollo de lo urbano y lo rural bajo el paradigma de la sostenibilidad. En ambos escenarios han de satisfacerse las necesidades de empleo y bienestar económico de los ciudadanos a través del desarrollo competitivo de sus actividades productivas y comerciales.

En consecuencia, campo y ciudades, se presentan como la punta de lanza de la sostenibilidad de la sociedad actual.

A efectos prácticos y con el fin de encaminarse hacia un crecimiento sostenible, en las áreas urbanas y rurales debieran ejecutarse, entre otras, las siguientes actuaciones:

  • Implantar políticas y normativa para la protección ambiental;
  • Activar el desarrollo tecnológico y establecer medidas innovadoras para preservar el medio ambiente;
  • Construir infraestructuras básicas ligadas al ciclo del agua, recogida y tratamiento de residuos, generación y distribución energética priorizando la implantación de energías renovables, etc.;
  • Y ante todo, trabajar en la educación para procurar que aumente la concienciación ciudadana hacia un desarrollo sostenible.

El trabajo de los gobiernos locales en esta materia es primordial, pero también los agentes políticos como los partidos, las asociaciones empresariales y culturales, los movimientos sociales y los ciudadanos; todas estas entidades han de ser los protagonistas que promuevan este cambio.

En este punto, contamos ya con ejemplos significativos de implantación de medidas vinculadas al desarrollo sostenible, eso sí, mayoritariamente en el área urbana.

Ciudades como A Coruña en España o Medellín en Colombia son ejemplos de hacia dónde debiera dirigirse la transformación de nuestras ciudades bajo el prisma de la sostenibilidad, éstas son sólo algunas de las llamadas ciudades inteligentes  o Smart cities que pueblan los cinco continentes.

La implantación del e-Gobierno (sede electrónica, transparencia, comunicación con los ciudadanos), la puesta en marcha de planes de movilidad urbana sostenible, el uso de las TIC para controlar el tráfico, el desarrollo económico a través de un ecosistema de emprendedores e innovación, el desarrollo del capital intelectual a través de la formación de los ciudadanos en el contexto de la Smart city, el despliegue de políticas TIC diversas para el disfrute de la ciudad y, la ejecución de las medidas precisas para la consecución de una eficiencia energética, la gestión adecuada de los residuos, una eficiencia en el consumo de agua y, un control y reducción de emisiones atmosféricas, son algunas de las medidas ejecutadas y que nos permiten ver hasta qué punto nuestras ciudades se están transformando hacia un desarrollo sostenible.

Sin embargo, queda mucho camino por recorrer en las ciudades inteligentes españolas donde se presentan importantes avances en el desarrollo de los ejes de Movilidad y Calidad de vida pero que requieren de un impulso importante en materia de Sostenibilidad Ambiental, esto es, Eficiencia Energética, Eficiencia en el Consumo de Agua y Reducción de Emisiones Atmosféricas.

Esta situación no dista mucho de lo ocurrido en Medellín, o incluso en Bogotá, donde la transformación de la ciudad en Smart city ha partido de la implantación de políticas de conectividad y apropiación social de las tecnologías. En esta primera ciudad y desde el año 2005, se priorizó la promoción del uso de las TIC como parte de la transformación de la ciudad en el denominado urbanismo social derivando en el programa Medellín Digital y, dejando en un segundo plano la aprobación e implantación de normativas y políticas protectoras del medio ambiente.

 

 

En el entorno rural los resultados no son muy diferentes de los expuestos en las ciudades. A pesar de que a priori se entienda más factible dirigir el desarrollo rural hacia un desarrollo sostenible pues podría verse como un retorno al pasado -no obviemos que la bioeconomía en el campo supone la implantación de prácticas que, aunque mejoradas, son similares a las aplicadas no tantos años atrás-, esto no es así.

Son muy pocos todavía los casos de desarrollo de una economía rural sostenible ya que la utilización de modos de producción impuestos por una política economía mundial dónde prima la productividad ante la calidad de lo producido, el corto plazo a la producción de futuro, dificultan el cambio.

Un ejemplo de las dificultades con las que se encuentra el campo es la implantación de medidas como la reducción del consumo energético en el sector agrario que, a pesar de que la Unión Europea haya establecido como objetivo a través del proyecto “Efficent20” la disminución en un 20% del consumo energético antes del año 2020, su cumplimiento está lejos de alcanzarse.

En cualquier caso, no debemos ser pesimistas. La aplicación de nuevas tecnologías en la maquinaria permiten alcanzar tanto por parte de la agricultura como de la ganadería una producción sostenible garantizando a su vez la eficiencia productiva y mejorando los indicadores de sostenibilidad; la promoción que se está haciendo del uso de las energías renovables en el campo y prácticas de cultivos que recuperan el barbecho; el no uso de productos químicos en el campo y, otros, hacen pensar que aunque quizá requiera más tiempo, sí es posible la consecución de un desarrollo rural bajo el prisma de la sostenibilidad tanto en agricultura como en ganadería y pesca.

La actividad agrícola que durante muchos años fue considerada como una actividad poco tecnológica y tecnificada, hoy puede mostrar cómo el uso de tractores guiados con precisión por GPS, de sensores que regulan la cantidad de agua de riego hasta la última gota, la vigilancia de plagas desde el cielo o las plantaciones conectadas al big data, permiten que la productividad del campo sea mejor y mayor, y también más atractiva para los ciudadanos.

 

Bibliografía:

Índices IESE Cities in Motion

http://www.iese.edu/research/pdfs/ST-0366.pdf

Plan Nacional de Ciudades Inteligentes. Agenda Digital para España, 2015.

http://www.agendadigital.gob.es/planes-actuaciones/Bibliotecaciudadesinteligentes/Detalle%20del%20Plan/Plan_Nacional_de_Ciudades_Inteligentes_v2.pdf

Políticas urbanas en movimiento: Bogotá y Medellín en la era de las Smart Cities, Isabel Duque Franco.

http://www.ub.edu/geocrit/xiv-coloquio/IsabelDuque.pdf

Plataforma tecnológica de Agricultura Sostenible

http://www.agriculturasostenible.org/v_portal/informacion/informacionver.asp?cod=3654&te=337&idage=4345

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Cristina López Cruz  (   España )

Consultora legal independiente con especialidad en energías renovables y medio ambiente. Master en Gestión Ambiental, Calidad y Auditoria para Empresas. Master en Medio Ambiente y Energías Renovables. Experiencia laboral: España, Panamá y Colombia.